GALERIA
ETNOLOGICA
PUEBLOS
INDIGENAS DE COSTA RICA
COLECCION
ACEVEDO-MILLS
LA
COLECCIÓN ACEVEDO-MILLS
Objectos
etnográficos y media de los pueblos indígenas
costarricenses incluida en La Galería Etnológica es el
producto del trabajo de campo del Dr. Jorge Luis Acevedo y
el Prof., Ronald De Witt Mills.
La
Galería Etnológica es dedicado a la preservación y
conocimiento de las culturas indígenas de Costa Rica. Esta
exposición, Culturas Indígenas Vivas de Costa Rica está
compuesta de materialcoleccionado durante muchos años de
investigación de campo interdisciplinaria, realizada por
Ronald De Witt Mills y Jorge Luís Acevedo, fundadores del
Centro de Documentación e Investigaciones Artísticas
(CEDÍA).
Estos
objetos y formas de arte conectan a las gentes indígenas de
Costa Rica con sus historias y sus tradiciones, que existen
dentro del contexto de una concepción animista de la
naturaleza plena. La colección en exhibición contiene
objetos domésticos, decorativos y rituales creados por los
indígenas de Boruca (Bruncájc), Térraba, (Brorän)
Guaymí (Ngöbe), Bribri-Cabécar, Maleku, Hüetar
(Quitirrisí), Chorotega (Güaytil, San Vicente y Matambú)
y algunos objetos del Valle Central Se espera que al
apreciar aspectos de estas culturas indígenas, las futuras
generaciones puedan alcanzar un mayor entendimiento de estas
visiones del mundo tan integradas histórica, ecológica
yespiritualmente, y también tan diferentes a la visión de
la sociedad occidental moderna.
Los
artefactos indígenas normalmente no son producidos para ser
exhibidos, sino para tener un uso práctico o ritual. Aunque
muchos de los objetos de la colección ciertamente son
merecedores de ser descontextualizados para contemplarse
estéticamente, los investigadores creen que en la mayoría
de los casos se puede obtener mejor apreciación al
observarlos dentro de su contexto etnográfico. Esto es
especialmente cierto en cuanto a las formas de arte
chamánico, en las cuales la complejidad e intimidad de
varias tradiciones y actitudes espirituales son más
evidentes.
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Dr.
Jorge Luís Acevedo Vargas
Compositor,
Etnomusicólogo, Exdecano de la Facultad de Bellas
Artes de la Universidad de Costa Rica, Exdirector de
la Escuela de Artes Musicales de la U,C,R, Exdirector
Fudador de la Escuela Municipal de Artes Integradas
(EMAI).
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Ronald de Witt Mills
Profesor de Artes Plásticas y Exdirector de la
Escuela de Artes de Linfield College de Oregon, EEUU,
es pintor, muralista, dos veces Senior Fulbright
estudioso de etno-estética e investigados de campo. |
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Costa
Rica Precolombina a la Llegada de los Españoles
Por
Jorge Luis Acevedo y Ronald De Witt Mills
Es evidente que en las historias, mitos
y leyendas de los pueblos indígenas costarricenses,
siempre ha estado presente la integración de
naturalezahombre, que da como resultado concepciones y
cosmologías de una espiritualidad animista. Tal y
como se puede constatar en crónicas españolas,
estudios arqueológicos, antropológicos,
etnohistóricos y etnomusicales, la rica diversidad
ecológica costarricense ofreció sin duda los
ambientes adecuados para el desarrollo y
regionalización de culturas de diversas procedencias,
las cuales, con su permanente interacción,
adquirieron sus propias características
socioculturales. Hombre y naturaleza están definidos
en términos filosóficos, religiosos,
arquitectónicos, agrícolas, estéticos,
socioculturales y políticos.
Al arribo de los españoles Costa Rica estaba
habitada por pueblos de origen mesoamericano,
sudamericano y del Caribe, que vivían en permanente
comunicación. Todos ubicados en diferentes regiones y
con una infraestructura sociopolítica y cultural
consolidada por su misma interacción. Según Stone y
otros arqueólogos, ocuparon cuatro grandes áreas del
territorio costarricense: Pacífico Norte, Área
Central, Vertiente Atlántica y la Vertiente del
Pacífico Sur. En todo el Pacífico Norte se
desarrollaron pueblos de origen mesoamericano y en las
demás áreas pueblos de origen sudamericano y del
Caribe.
Su estructura sociopolítica, estaba basada en
señoríos y cacicazgos mayores y menores. Eran
pueblos fundamentalmente agrícolas productores de
alimentos, que de acuerdo a su región, complementaban
la agricultura con otras actividades como la caza, la
pesca, la recolección de frutos y plantas del bosque.
Tenían otras actividades productivas no alimentarias
de carácter estético en torno a su mundo
cosmológico. Entre sus expresiones artísticas más
relevantes estaban el tejido de algodón y fibras
naturales, la cerámica, orfebrería, confección de
piezas artísticas en piedra, jade, hueso y madera, y
la creación de instrumentos musicales para acompañar
los cantos religiosos, rituales y seculares. |
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Poblaciones
Indígenas Actuales
Como
efecto inmediato de la conquista española los pueblos
indígenas sufrieron un acelerado proceso de mestizaje
étnico y cultural indio-negro-hispano. La mezcla empezó a
crear el perfil pluriétnico del costarricense actual, pero
además inició el exterminio étnico y sociocultural de los
pueblos indígenas.
En
la actualidad están reducidos a solo ocho grupos indígenas
asentados en reservas que conservan, en mayor o menor grado,
sus tradiciones y costumbres, pero con la amenaza constante
de los mecanismos agresivos de aculturación y de los
intereses económicos y políticos externos de la comunidad.
La colección del museo incluye artículos, en su mayoría,
de seis de los ocho. Lamentablemente grupos como los
chorotegas en Guanacaste, huetares en el Valle Central,
borucas y térrabas en Pacífico Sur, ya han perdido su
idioma y con ello su propia cosmología animista.
Mujer
Malekú con tambor (Tali) |
Maleku/Guatuso
Los
Maleku están ubicados en la zona norte del país, a
seis kilómetros de San Rafael de Guatuso, cantón de
Alajuela , muy cerca de la carretera principal. Ocupan
tres asentamientos o palenques: Tonjibe, Margarita y
El Sol, todos muy cercanos entre sí. Conservan su
lengua Maleku y algunas tradiciones y costumbres. El
programa escolar es bilingüe e incluye un maestro de
la cultura Maleku dedicado a revitalizar aspectos
culturales de la misma. Cultivan cacao, pejibaye,
palmito, frijoles, yuca, guineos y plátanos.
Históricamente
se han distinguido por ser excelentes cazadores y
pescadores. Al igual que los demás grupos indígenas,
están experimentado presión agresiva de misioneros
de varias sectas. Los Malekus poseen todavía
conceptos de su antigua cosmología compuesta por una
jerarquía de dioses y espíritus que habitan en las
nacientes de los ríos, entre ellos Tokú, el creador
del universo.
También
mantienen la costumbre de enterrar a sus familiares
que mueren de causa natural dentro de sus casas,
porque creen que así ellos se convierten en
espíritus protectores de la familia. Mujer Malekú
con tambor (Tali)
La
producción artesanal es considerada como una de las
más importantes actividades para su subsistencia
económica. Los Maleku se destacan en la elaboración
de arcos, flechas y lanzas de pejibaye, tallado de
jicaras, cerámica, cestería, chácaras de fibra,
vestidos en mastate y fibras naturales, instrumentos
musicales, dentro de los cuales destaca el tambor
"tali". Algunos aspectos de la cultura
Maleku han sido revitalizados y recreados con la
creación de la radio y el teatro Maleku. |
Boruca
/Térraba
Ambos
pueblos se encuentran localizados en la reserva
indígena Boruca-Térraba, en los límites del cantón
de Buenos Aires, provincia de Puntarenas. Son dos
culturas indígenas que tuvieron lenguas diferentes, y
que histórica y geográficamente han estado muy
ligadas entre sí. Su grado de transculturación les
ha hecho perder sus lenguas vernáculas. Cultivan
granos básicos, plátanos, ayotes y frutas. Practican
la cría de cerdos y ganado. Boruca está integrada
por el Centro de Boruca, Rey Curré, Chánguena, Maíz
y Bijagual.
Los
Borucas tejen algodón coloreado con tintes naturales
y tinte de múrice (caracol de mar). La textilería
Boruca es famosa y muy apreciada desde la época
colonial.
También
son diestros en la cestería y en el tallado de
jicaras, pero especialmente lo son en la elaboración
de máscaras de madera de cedro y balsa. Estas
máscaras son consideradas como objetos estéticos
únicos y además son parte fundamental en la
mascarada inspirada en la conquista, conocida como el
juego o baile de "Los Diablitos de Boruca".
Térraba
es desafortunadamente, un pueblo muy reducido. La
presencia de campesinos no indígenas en su comunidad
los ha obligado a adaptarse a una vida rural no
indígena y a un consumismo que afecta su condición
social. En la últimas décadas han tratado de
revitalizar sus tradiciones y costumbres mediante un
intercambio con los Teribes de Panamá,
históricamente su tribu original. También, han
Mamerto Ortiz, Luhtie Térraba tratado de revivir la
fiesta de "Los Diablitos de Térraba" que
contraria a la de los de Boruca, forma parte de las
festividades de la natividad de la Iglesia Católica.
Son habilidosos en la talla de jicaras, en la
construcción del violín Térraba de balsa, que
gracias a la presencia de algunos ancianos sobrevive
hoy día, así como en la elaboración de muñecos y
máscaras de madera de balsa y cedro. |
q
Mamerto
Ortiz, Luhtie Térraba |
Jóvenes
Güaymíes |
Guaymí
La
presencia Guaymí en Costa Rica se debe a un
movimiento migratorio, todavía vigente, producido a
mediados del Siglo XX en la frontera entre Costa Rica
y Panamá. Aunque la creación de su reserva los ha
estabilizado, y su ciudadanía costarricense ha sido
reconocida, su condición de grupo migratorio les ha
causado problemas de invasión de tierras por personas
no indígenas. Están asentados en la provincia de
Puntarenas en Abrojos en el cantón de Corredores,
Conteburica en el cantón de Golfito y Villapalacios,
Limoncito y Paraíso en el cantón de Coto Brus.
Conservan
sus rasgos étnicos, costumbres vernáculas y
mestizas, y su lenguaje. Es la única tribu
costarricense que conserva su forma de vestir
tradicional. Poseen dos lenguas: el guaymíy el
sabanero.
La
mayoría habla, más o menos, el español,
especialmente los hombres quienes trabajan en
plantaciones en la zona. Su educación es bilingüe,
con un maestro de la cultura dedicado también a
revitalizar sus tradiciones y costumbres.Cultivan
cacao (considerado una bebida sagrada y purificativa),
café, frijoles, maíz, arroz, |
palmito,
pejibaye y plátano. Combinan la actividad agrícola
con la caza, la , la cría de cerdos, aves y la
producción artesanal
.Sus
principales expresiones artísticas son la pintura
facial (casi desaparecida), la confección de
chácaras con fibras naturales, pinturas con tintes
vegetales en corteza de árbol conocido como mastate,
elaboración de una rica variedad de joyería con
cuentas de plástico y semillasnaturales,
construcción de finísimos sombreros de pita así
como la elaboración de instrumentos musicales
vernáculos y mestizos. En los festivales conocidos
como las chichadas, y antiguamente las balserías, se
practican las danzas y los cantos tradicionales con
acompañamiento de maracas y tambores. Jóvenes
Güaymíes La cosmovisión animista Guaymí está
vigente, y es representada cotidiamente con
triángulos en las prendas de vestir, pinturas,
confección de chácaras. Este motivo de diseño es
conocido como Casa de Dios.
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Bribri-Cabécar. |
Chamanes
Cabécar (Jawpa)Vicente Barquero
Reyes,
Raúl Madriz Madriz, Paso Marcos |
Bribri
y Cabécar Las poblaciones Bribri y Cabécar se concen
tran especialmente en la Cordillera de Talamanca,
situados sus núcleos de población tanto en la
Vertiente Pacífica como Atlántica. San José
Cabécar es considerado el centro cultural más
importante del chamanismo Bribri-Cabécar.
Ambos
pueblos han logrado conservar mucha de su cultura
vernácula, incluyendo sus lenguas en su forma oral, y
gracias a recientes estudios lingüísticos aplicados
a los programas de educación bilingüe, actualmente
los Bribri y Cabécar escriben sus idiomas.
Practican
una agricultura de subsistencia. Como otros grupos
indígenas también cultivan cacao, plátano, maíz,
frijoles y tubérculos, y complementa su dieta con la
pesca, la caza, la cría de cerdos. Su producción
artesanal es a base de materiales naturales. La
mayoría de estos objetos Chamanes Cabécar
(Jawpa)Vicente Barquero Reyes, Raúl Madriz Madriz,
Paso Marcos son para su uso cotidiano e incluye
cestas, cerbatanas, arcos y flechas de diferentes
tipos y elaborados de madera de pejibaye, juguetes y
muebles de balsa y cedro, chácaras de fibra vegetal y
jicaras talladas.
La
venta ocasional de estos objetos atrae ingresos
monetarios modestos pero significativos. También
elaboran objetos rituales y chamánicos tales como
tocados de plumas, bastones de curar (uLú), collares
medicinales (setée), bancos bajos y varios
instrumentos musicales.
En
ambas culturas está vigente una jerarquía chamánica
ceremonial fúnebre y de prácticas medicinales. Esta
jerarquía chamánica es considerada como el eje
central de la cultura.
Los chamanes que saben más cantos son considerados
como los más efectivos. Con el sabak (tambor
Bribri-Cabécar) acompañan antiguas danzas como el
sörbo entre los Bribri y el bursiqué entre los
Cabécar, las cuáles poseen un profundo contenido
espiritual. Además del canto chamánico, que de por
sí es extenso y variado, practican diferentes formas
de cantos fúnebres y profanos que incluyen
canciones de cuna, cantos al trabajo, cantos de amor,
cantos propios del sörbo, del bursiqué y de otra
danza Cabécar llamada muakukié. |
Huetar
y Chorotega
Estos
son dos grupos indígenas muy reducidos en número y
extremadamente transculturados. Han perdido totalmente su
lengua vernácula aunque conservan sus rasgos étnicos y
algunas tradiciones culinarias, artesanales y medicinales.
Los
huetares conforman un grupo muy pequeño, asentados en la
reserva de Quitirrisí, sobre la carretera principal entre
los cantones de Mora y Puriscal, la reserva Zapatón en el
cantón de Puriscal, provincia de San José y unas pocas
familias en el sector de Cerrito en Quepos, cantón de
Aguirre, provincia de Puntarenas. Viven especialmente de la
agricultura, del jornal, del comercio agrícola y artesanal,
éste último establecido a orillas de la carretera.
Rememoran la antigua Fiesta del Maíz.
Los
chorotegas están asentados en la reserva de Matambú en el
área de Nicoya, la cuál es cuna de una de las festividades
más importantes de la provincia de Guanacaste: la Fiesta de
la Señorita Virgen de Guadalupe o Fiesta de la Yegüita, de
origen colonial y donde están integrados rasgos culturales
indígenas e hispánicos. Otras poblaciones cercanas como
San Vicente y Güaytil Niña Cabécar, Paso Marcos se
distinguen por conservar la tradición de la cerámica
Chorotega, haciendo reproducciones y variaciones de su
cerámica tradicional.
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